Fútbol

Fútbol cubano: Sin goles el último capítulo del “Zorro”


El olfato goleador del “Zorro” Ayala se echó de menos el miércoles en Manatí.
El olfato goleador del “Zorro” Ayala se echó de menos el miércoles en Manatí.

El día en que los manatienses despidieron con una impresionante ovación al Zorro Ayala, dos de los equipos con los que jugó el quinto mayor goleador de la historia centenaria del fútbol cubano pactaron una paz con filos, salpicada de disparos a los palos y ribeteada por clamorosos fallos que habrán desesperado al ahora exjugador tunero, un verdadero depredador de área a lo largo de su extensa carrera.

Porque el mejor Geovanys Ayala se habría llevado al menos dos goles en una tarde como la de este miércoles, que comenzó con su retiro oficial y terminó con un magro empate a cero entre Las Tunas y Ciego de Ávila. Autor de 106 goles en el fútbol antillano de primer nivel (dos de ellos como refuerzo del once avileño) y jugador internacional con la tricolor cubana, Ayala fue despedido por la gente que lo vio nacer y ascender hasta niveles insospechados, como el que mostró en aquellas tres temporadas entre 2007 y 2010, cuando marcó 21 (líder), 15 y 18 dianas.

Poco habrá entendido este excepcional jugador, a quien se le caían los goles de los bolsillos, de lo que sucedió después en 90 minutos de armisticio. Porque si bien la visita se presentó con el peligroso tridente de Tomás Cruz, Sánder Fernández y Máikel Reyes en el Ovidio Torres, y los tuneros contaron con el internacional Dayron Blanco y el ariete Máikel Celada, lo cierto es que ambas puertas permanecieron imbatidas, en un reparto de puntos que no dejó contento a nadie. Mucho menos a los del centro del país.

Y es que se daba la extraña circunstancia de que Manatí recibía a un campeón nacional instalado en el sótano de la Primera División. De modo que los avileños llegaron con la presión extrema de buscar tres puntos que les sacaran de la zona de descenso; mientras que los locales se sabían obligados a luchar por la victoria en su sexta presentación en casa, con la perspectiva de cuatro salidas consecutivas como visitantes en el horizonte.

El pitazo inicial mostró a un Ciego de Ávila lleno de dudas, demasiado pendiente de la chispa de Tomás Cruz, un todoterreno que comenzó con galones de mariscal y terminó consumido por el brutal desgaste físico al que se sometió. Como quiera, los tuneros detectaron rápido la sangre ajena y se fueron arriba como una gran mancha de escualos, en 20 minutos de claro dominio local. Sin embargo, al minuto siete Yasmani López sacó bajo palos un disparo de Dayron Blanco y un rato después Miguel García intentó un centro cuando lo tenía todo para marcar, de manera que Las Tunas no pudo abrir la cuenta, enemistada como sigue con el gol.

Sobre el minuto 21, el volante Yúnior González no atinó a empujar el balón al fondo de las redes tras una serie de rebotes en el área avileña y los campeones comprendieron que, o mucho cambiaban las cosas o se irían del «Ovidio Torres» con cita reservada para el psicoanalista. Así llegó la primera ocasión clara de la visita, cuando Roberto Fernández estuvo a punto de «colgar» a Sandy Sánchez, un guardametas con alma de delantero al que le desbordan sus ganas de jugar y que más de una vez arriesga en demasía por la tozudez de querer ser líbero y no portero.

Hasta el final de la mitad inicial, Máikel Reyes y Sánder Fernández tuvieron tiempo de fallar lo «infallable» y Las Tunas perdió a su principal artillero por aire, cuando el delantero Máikel Celada debió abandonar el partido tras una lesión.

En la segunda parte, Yasmani López avisó al 52 con un mano a mano que no supo resolver ante Sandy y el DT Réwal Ochoa no esperó para meter al campo al rocoso Héctor Rondón, intentando compensar un sistema defensivo en franca descomposición. Solo un instante después, el volante Sajay Herrera regaló el mejor detalle del partido: un control de pecho seguido de giro, media volea y trallazo que escupió el palo.

El cambio de marea preocupó a los monarcas de Cuba, que optaron por extraer al exhausto Tomás Cruz para darle entrada al goleador Ángel Rodríguez, apelando a su historial anotador en la cancha manatiense. La modificación resultó en menor control del juego y barra abierta al desenfreno, con incontables oportunidades en ambas áreas, hasta cuatro disparos que reventaron el larguero y… cero goles.

Especialmente frustrados terminaron los tuneros, que se fueron con todo en busca de la victoria hacia el último cuarto de hora y debieron ver cómo Yeinier Rosabal desperdiciaba tres ocasiones clarísimas casi de manera consecutiva, en los minutos 75, 76 y 79.

Con la igualada, Las Tunas llegó a nueve puntos en ocho jornadas y Ciego de Ávila apenas a seis, una renta escasa para las aspiraciones de ambos elencos. Después de dos victorias, un empate y tres derrotas como locales, los del Balcón de Oriente se aprestan a tomar carretera para enfrentar por ese orden a los equipos de Cienfuegos, Camagüey, Isla de la Juventud y Villa Clara.

Las deudas contraídas en casa, tendrán que saldarse fuera de ella.

Ficha del partido:

Las Tunas (3-5-2): Sandy Sánchez; Yeinier Rosabal, Sandro Cutiño, Daimar Édgar; Kárel Pagés, Sajay Herrera, Yúnior González (Héctor Rondón, 53´), Miguel García, Mainar Rivero (Jorge Y. Núñez, 70´); Dayron Blanco, Máikel Celada (Yoerlandy Tamayo, 41´).

Ciego de Ávila (4-2-3-1): Diosvelis Guerra; Yasmani López, Máikel Civil, Javier Aguilar, Yasser Francis; Orisbel Leyva, Roberto Fernández; Sánder Fernández, Tomás Cruz (Ángel Rodríguez, 63´), Ernesto Duane (Adrián Hernández, 70´); Máikel Reyes.

Tarjetas amarillas: Héctor Rondón (55´), Dayron Blanco (64´), Yoerlandy Tamayo (80´), Javier Aguilar (82´), Roberto Fernández (87´), Sánder Fernández (88´).

Árbitro: Internacional FIFA Anniel Quintana (Cienfuegos).

Estadio: Ovidio Torres Albuernes. Manatí, Las Tunas.

Asistencia: 2 500 aficionados.

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